Hablemos de Té verde




La primera vez que la ciencia menciono a los flavonoides fue cuando Robert Boyle, en 1664 hizo la primera descripción de los efectos benéficos que de los pigmentos de ciertas flores. El nombre “flavonoide” viene del latín “flavus” que significa amarillo, y es el término genérico con el que se identifica a una serie de metabolitos secundarios presentes en las plantas.
En la actualidad se conocen más de 4000 flavonoides distintos y funcionan como pigmentos azul, azul-rojizo y violeta en las plantas. Los flavonoides pueden clasificarse en 7 clases: chalconas, flavonas, flavonoles, flavandioles, antocianinas, taninos y auronas. En nuestra dieta diaria podemos encontrar gran cantidad de flavonoides en: frutas, verduras y bebidas derivadas de flores como el té.
Se liga ampliamente a los flavonoides con la acción antioxidante ya que son parte importante en evitar la fosforilación oxidativa o bien, el daño mitocondrial a nivel celular cuando se expone a estrés oxidativo causado por radicales libres. El té verde es uno de los alimentos con mayor contenido de flavonoides, y de manera específica la catecina-epigalocatecina-3-galato (EGCG).
Los efectos benéficos del té verde tienen referencias que datan de hace 5 000 años. Según distintas leyendas
asiáticas de su descubrimiento, se dice que fue descubierta por el emperador chino Shen Nung, en el año2737 a.C. ya que el emperador solía hervir el agua altes de beberla y un día de manera accidental cayeron hojas en el liquido lo cual le otorgo sabor y aroma característico. Años después la longevidad y excelente estado de salud fue atribuida al a bebida que diariamente sin falta bebía el emperador.


Hoy en día esta bebida es consumida en más de 30 países diferentes y presenta un consumo per capita de 120/día. Lo que lo coloca como la segunda bebida más consumida en el mundo. Además de sus características organolépticas, el té verde destaca por su contenido antioxidante y anti-inflamatorio. Sin mencionar el impacto benéfico que tiene a nivel mitocondrial ya que modula la generación de energía en la célula y repara cualquier daño que esta sufra por estrés oxidativo causado por especies reactivas de oxigeno (radicales libres).
A nivel Epigenético, se ha observado que la EGCG inhibe la proliferación de células cancerígenas, a su vez se relaciona con la prevención de afecciones cardiovasculares, disminuyendo el porcentaje de lípidos en sangre e inflamación en vasos sanguíneos. Estudios recientes confirman la actividad que tiene la EGCG con el buen comportamiento de todo el sistema nervioso central ya que su aporte de cafeína natural ayuda a mejorar la conexión neuronal y a evitar su desgaste natural.
Referencias
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2 comentarios en “Hablemos de Té verde”
Me pueden compartir esa imagen del té verde y sus ingredientes
Hola Micaela, claro con gusto te la compartimos, nos puedes indicar a que correo electrónico te la hacemos llegar